Qué hacer y ver en el Valle del Tiétar

En la zona meridional de Ávila emerge el impresionante Valle del Tiétar, un rincón que te cautivará. Sus encantos incluyen densos bosques verdes, cascadas, lagunas y majestuosos castillos. Aunque Arenas de San Pedro destaca entre sus pueblos, ofreciendo vistas panorámicas de la hermosa Sierra de Gredos, este valle fluvial guarda rincones secretos que merecen una visita. ¿Estás listo para descubrirlos?

La mejor manera de explorar esta región de la Provincia de Ávila es con vehículo propio.

El Valle del Tiétar está a un tiro de piedra de Madrid, a tan solo unas dos horas en coche desde la ciudad más lejana. Por lo tanto, incluso es posible realizar un viaje de ida y vuelta en un solo día.

Recomendamos tomar la A-5 desde Madrid hasta Oropesa y luego seguir la carretera que conduce a Candeleda, que marca el punto más distante de nuestro itinerario.

La Mejor Época para Visitar el Valle del Tiétar

Cualquier época es buena para explorar esta región de Ávila. Sin embargo, la primavera y el otoño ofrecen un espectáculo natural deslumbrante, cuando la naturaleza se viste de gala y el clima es agradable para el turismo. Aunque el verano trae calor a la zona, lo cual puede afectar la belleza del entorno, es una oportunidad para refrescarte en las numerosas piscinas naturales y embalses de la región.

Duración Recomendada para tu Aventura en el Valle del Tiétar

Un fin de semana completo sería lo ideal para explorar a fondo el Valle del Tiétar, permitiéndote disfrutar de cada rincón con tranquilidad y realizar algunas rutas de senderismo por la zona. Sin embargo, si resides cerca, puedes optar por una excursión de un día y descubrir algunos de los pueblos y lugares más hermosos.

La comarca del Valle del Tiétar, a menudo apodada «La Andalucía de Ávila», no decepciona. Ubicada al amparo de la majestuosa Sierra de Gredos, disfruta de un clima envidiable y su exuberante vegetación lo atestigua.

Advertencia: Si sigues leyendo este artículo, podrías sentir una inmensa necesidad por conocer el Valle del Tiétar, y no me hago responsable si después te encanta tanto que no puedes resistir la tentación de regresar 😊

¿Listo para descubrir los lugares más asombrosos del Valle del Tiétar? (Al final del artículo, encontrarás un mapa con todos los sitios señalados)

A continuación, te mostraremos los lugares más intrigantes y los pueblos que debes explorar en el Valle del Tiétar. Si estás planeando pasar unos días turisteando en la región, podrás encontrar alojamiento en alguna de las casas rurales en el Valle del Tiétar.

Pueblos que visitar en el Valle del Tiétar

1. Arenas de San Pedro

Arenas de San Pedro, capital de esta comarca abulense, emerge como el epicentro de servicios durante tu travesía por este entorno. Asimismo, figura como la tercera localidad más poblada, tras Ávila y Arévalo.

La historia cuenta que desde el siglo XII existe presencia humana en Arenas de San Pedro. Inicialmente, fueron los vetones provenientes de la región del Castro del Raso los primeros habitantes, un sitio de relevancia histórica que también es visitable en esta región. Las cercanías de Arenas de San Pedro albergaban valiosas minas de hierro, impulsando el desarrollo de la población.

En 1699, el pueblo fue consagrado por San Pedro de Alcántara, adoptando así su nombre actual.

Ubicada al sur de la provincia de Ávila, Arenas de San Pedro funge como capital comarcal y la tercera en términos de población, después de Ávila y Arévalo.

Arenas ofrece diversos puntos de interés:

Puente Medieval

Al recorrer Arenas de San Pedro, llaman la atención señales que indican un Puente Romano, que en realidad es un puente medieval encargado por los Reyes Católicos en el siglo XVI. En esta estructura, durante la época de los Reyes Católicos, se recaudaban impuestos sobre el ganado trashumante y las mercancías que circulaban entre pueblos.

En las inmediaciones del puente se alza el Castillo del Condestable Dávalos, también conocido como el Castillo de la Triste Condesa. Gracias a trabajos de restauración, el castillo se encuentra en un estado bastante bueno. En la actualidad, es posible explorar su interior a través de visitas guiadas, cuyos horarios pueden consultarse en el enlace proporcionado.

Castillo Condestable Dávalos

Declarado Monumento Histórico Artístico en 1931, este castillo de planta cuadrada y construido en granito cuenta con cuatro torreones en sus esquinas.

Las entradas, disponibles en el enlace provisto, tienen un costo de 3 € por persona.

Otro punto de interés al recorrer Arenas de San Pedro es el Palacio del Infante Don Luis de Borbón, caracterizado por su estilo neoclásico y su pasado como colegio y seminario.

Palacio del Infante Luis de Borbón y Farnesio

Reconocido como Bien de Interés Cultural en 2012, este palacio fue adquirido por el Ayuntamiento en 1989, lo que dio inicio a labores de restauración. Las entradas, también disponibles en el enlace, tienen un precio de 3 €.

Santuario de San Pedro de Alcántara

Ubicado a 3 km de Arenas, este santuario fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1972.

Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción

Localizada en el centro de Arenas de San Pedro, junto al Ayuntamiento, esta iglesia de estructura gótica data de principios del siglo XV.

2. Cuevas del Valle

Uno de los pueblos más bonitos que ver en el Valle del Tiétar, este pueblo, con sus casas construidas en piedra y madera, se erige a los pies del majestuoso Puerto del Pico. Además, en su corazón transcurre la antigua calzada romana, erigida entre los siglos I y II a.C., que se extiende hasta la cima del Puerto del Pico.

Cuevas del Valle alberga varias ermitas de gran interés, siendo la de San Antonio la más antigua de todas. Una joya imperdible es la calzada romana que conecta Extremadura con la Vía de la Plata, un legado de los siglos I y II a.C. Esta ruta es un espectáculo visual que realmente vale la pena explorar.

El nombre del pueblo proviene de las muchas viviendas que cuentan con cuevas en su planta baja. Pasear por las calles adoquinadas y admirar las casas de piedra con amplios balcones de madera es un placer. El casco antiguo de Cuevas del Valle es un testimonio vivo de la conservación de la arquitectura tradicional de la región.

Aunque no ostente la misma fama que Candeleda o Arenas de San Pedro, Cuevas del Valle es un rincón que indudablemente te cautivará.

¿Qué Maravillas te Aguardan en Cuevas del Valle?

  • La Calle Real y la Calle de los Soportales, donde las típicas viviendas con balcones de madera rebosantes de flores crean una escena encantadora.
  • Las cortinas originales y curiosas que adornan las puertas de las casas. Algunas llevan bordada la dirección de la vivienda, otras exhiben lugares destacados del pueblo e incluso hay una con personajes de Disney… ¡Me encantan!
  • Las ermitas: San Antonio Abad, Nuestra Señora del Puerto o de las Angustias y San Sebastián.
  • Si eres amante del senderismo, te espera la ruta de las Cinco Villas o la Calzada Romana hasta el Puerto del Pico (de esta ruta te hablo más abajo).

3. Candeleda

Candeleda, un pintoresco pueblo anclado al pie de la majestuosa Sierra de Gredos y abrazado por las aguas del río Tiétar. Su evocador nombre hace referencia a las luces que iluminaban los caminos de pastores y carboneros durante las noches. Las calles de Candeleda se revelan como un paseo digno de apreciar, con sus edificaciones de cal y madera. En primavera, algunas casas se visten de flores, convirtiendo el paseo en un deleite visual.

En la plaza Mayor de Candeleda, el ayuntamiento despliega su presencia. En tiempos pasados, esta plaza contaba con soportales sostenidos por columnas de granito. Un punto de interés destacado es la emblemática Casa de las Flores.

¿Qué Maravillas Te Aguardan en Candeleda?

  • Casa de las Flores. Por supuesto, la casa con balcones rebosantes de plantas se roba la atención, famosa incluso en Instagram. Dentro de esta vivienda, se halla el Museo del Juguete de Hojalata, que resguarda una colección de más de 3.000 piezas. Si deseas visitarlo, la página oficial proporciona los horarios.
  • Plaza Mayor, presidida por el Ayuntamiento.
  • Santuario de Nuestra Señora de Chilla: En las afueras del pueblo se encuentra este santuario, rodeado de una leyenda que narra cómo una aparición de la Virgen cambió la vida de un pastor. Según cuenta la historia, la Virgen revivió sus ovejas a cambio de que se construyera un templo en ese sitio. Aunque hubo ciertos desvíos en la elección del lugar, el santuario finalmente se alza en el sitio que la Virgen había indicado. Leyenda o no, el santuario construido entre los siglos XVI y XVII es una maravilla que podemos disfrutar.
  • Santuario de Postoloboso: Antiguamente dedicado a «Dios lobo», ahora es una ermita dedicada a San Bernardo, al que se le atribuyen curaciones contra la rabia.
  • Pozas y piscinas naturales de Santa María y Chilla: Un alivio durante los calurosos días.
  • Castro celta de El Raso (te cuento más adelante…)

4. Mombeltrán

Entre las cinco villas que adornan el Valle del Tiétar, Mombeltrán emerge como la más amplia y señorial. Su grandeza se plasma en su icónico castillo y en las casas con blasones que la embellecen.

A solo 4 kilómetros de Mombeltrán, se encuentra un rincón de pozas naturales conocido como Playas Blancas, ideal para refrescarse durante los meses estivales.

El Esplendor del Castillo de Mombeltrán y el Barranco de las Cinco Villas

Al recorrer la serpenteante carretera del Barranco de las Cinco Villas, el Castillo de Mombeltrán o de los Duques de Alburquerque emerge como una vista cautivadora.

Por más de cinco siglos, ha velado por los pueblos que bautizan este rincón: Cuevas del Valle, Mombeltrán, San Esteban del Valle, Santa Cruz del Valle y Villarejo del Valle.

Erigida en el siglo XV, esta fortaleza resplandece en su esplendor, con su primer dueño, Don Beltrán de la Cueva, primer duque de Alburquerque. El Castillo de Mombeltrán exhibe similitudes con otras fortalezas como el de Manzanares el Real (Madrid) y el de Belmonte (Cuenca), sugiriendo, según historiadores, la mano de Juan Guas en su construcción. Desde mediados del siglo XX, el Castillo de Mombeltrán ostenta el título de Bien de Interés Cultural.

Este imponente castillo, otorgado a Don Beltrán de la Cueva por el rey Enrique IV en 1416, resguarda una posición defensiva al situarse sobre un promontorio desde el cual domina la región del Barranco de las Cinco Villas. Actualmente, el castillo es propiedad privada, perteneciente al Duque de Alburquerque.

Para visitarlo, se requiere concertar la visita con anticipación.

5. Pedro Bernardo

El encantador municipio de Pedro Bernardo, también conocido como el «Balcón del Tiétar», seduce con sus vistas impresionantes. A su vez, ostenta el título de Conjunto Histórico Artístico, un testimonio de su riqueza cultural.

Sumérgete en su núcleo urbano, un laberinto de callejones y cuestas que invitan a ser recorridos. Sus pintorescas viviendas, dinteles esculpidos y pasadizos añaden un toque especial. Entre sus destacados, se erige el «royo de ajusticiamiento», la iglesia renacentista adornada con un retablo barroco y el antiguo ayuntamiento.

Uno de los rincones más curiosos de Pedro Bernardo es su Plaza de Toros, un espacio multifuncional que se adapta a diversas ocasiones a lo largo del año. Esta plaza alberga funciones de estacionamiento, mercadillos y es el lugar escogido para celebrar festividades.

6. La Adrada

Con la distinción de villa, La Adrada se erige como un destino que invita a la exploración. Su majestuoso castillo, ubicado en lo alto de una colina, recoge la historia sobre las ruinas de una antigua fortaleza. En la actualidad, este castillo se ha transformado en el Centro de Interpretación Histórica del Valle del Tiétar. Además, la iglesia del siglo XVI sobresale por resguardar valiosas piezas de orfebrería y esculturas en su interior.

Castillo de La Adrada

Esta impresionante fortaleza se alza en la cima de una colina, dominando la panorámica de La Adrada. Su origen se remonta a una iglesia gótica del siglo XIV, mientras que la muralla exterior fue construida en el siglo XV. A lo largo de los siglos, cambió de manos entre diversos nobles, incluyendo a la Casa de los Alba en el siglo XIX.

Una hermosa leyenda narra que el rey Alfonso VI tuvo un romance aquí con Zaida, la hija del musulmán Abenabeth, rey de Sevilla. Justo antes de la conquista de Toledo, ella abrazó el cristianismo y contrajeron matrimonio. La joven princesa pasó a llamarse Isabel.

Dentro del castillo, también se encuentra el Centro de Interpretación Histórica del Valle del Tiétar, un apasionante recorrido por la historia de este asombroso valle al sur de Ávila.

Por cierto, el Castillo de La Adrada es un lugar amigable para las mascotas, lo que significa que podemos disfrutar de su visita en compañía de nuestros perros.

7. Guisando

Enclavado bajo la majestuosidad de los Galayos en la Sierra de Gredos, este encantador pueblo despierta en la montaña, cautivando con su arquitectura típica de la región.

Las aguas del Charco Verde, alimentadas por el río Pelayo, se aposentan formando esta pequeña y cristalina laguna. Durante el verano, su popularidad aumenta, ya que brinda refrescante alivio en los días calurosos y sus orillas son el sitio elegido para degustar en los restaurantes cercanos.

Guisando fué merecidamente declarado Conjunto Histórico Artístico. Aunque su nombre podría generar confusión, los Toros de Guisando, ese conjunto escultórico vetón, se halla en el municipio de El Tiemblo, en la provincia de Ávila.

Sus calles exhiben singulares casas con balcones, remates en los tejados y chimeneas. La Fuente Grande destaca por su diseño y dimensiones, convirtiéndose en un punto de interés. El entorno natural se caracteriza por sus enclaves de baño natural, como el Charco Verde o el Charco del Risquillo. Además, al situarse en la Sierra de Gredos, el abanico de actividades al aire libre es amplio y emocionante.

Otros puntos de interés en el Valle del Tiétar 

1. Calzada Romana Puerto del Pico

Tal como mencionaba, otro de los encantos de Cuevas del Valle se encuentra en la Calzada Romana Puerto del Pico, que tiene gran valor histórico al conectar Extremadura con la Vía de la Plata.

Con raíces que se remontan a la prehistoria, este sendero ha funcionado como Calzada Romana, tramo de la Cañada de la Mesta Leonesa Occidental y Ruta de Carretería. Incluso en la actualidad, puedes contemplar rebaños de ganado recorriéndola.

Además de su valor histórico, la calzada romana se encuentra en un sorprendente estado de conservación. A pesar de la pronunciada pendiente, transitar por ella resulta cómodo. Observa la suavidad abombada de su superficie, diseñada para prevenir la acumulación de agua. También, fíjate en los pequeños canalillos que la cruzan, destinados a drenar el agua.

El trayecto de la calzada romana inicia en la ermita de San Antonio Abad, en el barrio de Santa María, y culmina en el mirador del Puerto del Pico. Desde allí, se despliegan vistas espectaculares del barranco de las Cinco Villas y la majestuosa Sierra de Gredos.

Si eres un apasionado del senderismo, esta ruta en el Valle del Tiétar desde luego te cautivará.

2. Las Cuevas del Águila

Si eres un apasionado de explorar las profundidades de la tierra, no puedes dejar pasar la oportunidad de visitar las Cuevas del Águila. Estas fascinantes cuevas se encuentran a poco más de 9 kilómetros de Arenas de San Pedro, en el Valle del Tiétar.

Ubicadas cerca de Ramacastañas, una pedanía de Arenas de San Pedro, las Cuevas del Águila son un tesoro subterráneo que solo pueden explorarse mediante visitas guiadas de unos 40 minutos de duración.

Esta visita es una de las más impresionantes e interesantes que ofrece el Valle del Tiétar. Las Cuevas del Águila tienen una profundidad de 50 metros, y actualmente se puede recorrer aproximadamente 1 km de su interior. El camino ha sido acondicionado para garantizar la seguridad de los visitantes. A lo largo de la visita, estarás rodeado de innumerables estalactitas y estalagmitas que han creado un paisaje asombroso.

El descubrimiento de estas cuevas tuvo lugar el 24 de diciembre de 1963, cuando cinco jóvenes que exploraban la zona vieron misterioso vapor de agua emergiendo de la montaña. Siguiendo su curiosidad, se arrastraron a través de un agujero de 60 cm de ancho y recorrieron unos 50 metros hasta que encontraron la «Gran Sala».

Esta sala es una cueva kárstica con una asombrosa variedad de formaciones, como estalactitas, estalagmitas y excéntricas, que te dejarán maravillado y con el cuello dolorido de tanto mirar hacia arriba.

Los jóvenes exploradores quedaron cautivados y se perdieron durante cinco horas en el interior de la cueva antes de encontrar la salida. El revuelo resultante llevó al descubrimiento y la apertura al público de las Cuevas del Águila un año después, convirtiéndolas en uno de los mejores lugares para visitar en el Valle del Tiétar.

Curiosamente, el misterioso vapor de agua que observaron era simplemente vapor de agua generado por la diferencia de temperatura entre el interior de la cueva y el exterior.

Estas cuevas fueron abiertas al público en 1964. Su nombre proviene de la Sierra del Águila, la cadena montañosa en la que se encuentran.

En mi opinión, estas cuevas son una de las más hermosas de España, y la historia de su descubrimiento se quedó grabada en mi memoria.

3. Castro Celta del Raso

Si estás interesado en sumergirte en la historia antigua, no puedes dejar de visitar el impresionante Castro Celta del Raso en el Valle del Tiétar. Este yacimiento celta, que data del siglo II-II a.C., es uno de los más destacados de la Península Ibérica y se encuentra en las proximidades del límite provincial entre Ávila y Cáceres, a pocos kilómetros de Candeleda.

El Castro Vetón de El Raso ha sido designado como Bien de Interés Cultural, y a pesar de su antigüedad, se encuentra en un notable estado de conservación. Este asentamiento, uno de los más antiguos de Castilla y León, está rodeado por una muralla que se extiende a lo largo de 1800 metros y alcanza una altura de 2-3 metros. Dentro de esta fortificación, se encuentran abundantes restos de la época celta, incluyendo el poblado amurallado, una necrópolis y un santuario.

El yacimiento se ubica en un entorno que ofrece dos atractivos irresistibles:

1. El Paisaje: Situado en medio de un espectacular paisaje con vistas a la Sierra de Gredos y al imponente Pico Almanzor.

2. Su Historia: Con una antigüedad que se remonta al siglo V a.C., el Castro Vetón de El Raso representa uno de los yacimientos vettones más significativos de toda la Península Ibérica.

Los vetones eran una antigua cultura que se identifica por sus características berracos, las famosas esculturas de cerdos o toros de piedra que se encuentran en la región, como los conocidos Toros de Guisando.

Explorar y entender este tipo de yacimientos al aire libre y con siglos de antigüedad puede requerir un poco de imaginación. Sin embargo, aún es posible apreciar la estructura del poblado, las viviendas y las murallas, además de dos casas que han sido reconstruidas para brindar una visión más aproximada de cómo era la vida en aquel entonces.

4. El Museo de las abejas en Poyales del Hoyo

¿Un museo dedicado a las abejas? Podrías pensar que no tendrías mucho que hacer allí. Sin embargo, deja que te diga que estás a punto de cambiar de opinión, ¡y de forma sorprendente!

El Aula Museo de las Abejas en Poyales del Hoyo es una joya que nos cautivó por completo. A diferencia de los museos tradicionales, este lugar te ofrece más que una exposición: es como una maestría en la que te sientas y escuchas a un experto en el tema mientras observas el incesante movimiento de una colmena en vivo y en directo, resguardada tras un cristal.

Incluso si pensabas que ya sabías todo acerca del mundo de las abejas, puedo asegurarte que en este espacio aprenderás algo nuevo. ¿Sabías, por ejemplo, que golpear el aire para espantar a una abeja es la peor idea? Ellas atacan los ojos (justo ahí donde más duele…), así que la estrategia más efectiva es inclinar la cabeza y mantener la calma hasta que se aleje.

Y si tienes niños contigo, este museo se convertirá en una experiencia que les encantará y de la que aprenderán muchísimo. La oportunidad de observar la vida de las abejas de cerca es una experiencia educativa y fascinante para todas las edades.

5. Cascada del Río Arbillas

A lo largo del encantador pueblo de Poyales del Hoyo, fluye serenamente el río Arbillas, uno de los cursos de agua más emblemáticos de la región de Gredos. Para llegar a este hermoso rincón natural, solo tienes que tomar un desvío y seguir las indicaciones en la carretera que conecta Arenas con el pueblo, y encontrarás un área de estacionamiento designada.

La cascada se revela tras un breve paseo a lo largo del curso del río. Siguiendo un sendero que conduce hasta ella, especialmente impresionante durante los meses de deshielo, podrás deleitarte con este espectáculo natural. Lo que hace de este momento aún más especial es la tranquilidad del lugar, ya que no suele estar muy concurrido. Por tanto, es la ocasión perfecta para conectarte plenamente con la naturaleza y disfrutar de esta hermosa cascada en su esplendor.

6. Garganta del Nuño Cojo en Piedralaves

Ubicada en la zona norte de Piedralaves, la Garganta del Nuño Cojo emerge como uno de los rincones más enigmáticos y menos explorados en el Valle del Tiétar. Este río, que constituye el caudal más destacado del municipio, lleva consigo una historia rica y cautivadora. El nombre de la garganta rinde homenaje a un caballero de Ávila que se estableció en esta región. Fluyendo desde la cima de la montaña, específicamente desde la Presa del Horcajo, atraviesa majestuosamente el pueblo.

El comienzo de este cautivador paseo se caracteriza por cruzar un encantador puente de madera, un preludio de la belleza que está por venir. A lo largo de nuestro recorrido junto al fluir del río, seremos testigos de fuentes abandonadas que parecen transportarnos a épocas pasadas. Este trayecto nos invita a sumergirnos en la naturaleza y a contemplar la serenidad que solo un lugar como este puede ofrecer.

7. Las Eras del Prado en Casillas

A las afueras de Casillas, aguarda un hermoso paraje en la cima de la montaña, coronado por la imponente presencia de la Ermita de San Isidro. Este lugar, conocido como Las Eras del Prado, ofrece un escenario pintoresco y sereno que merece la pena descubrir en el corazón del Valle del Tiétar.

La Ermita de San Isidro se alza majestuosamente en este entorno, añadiendo un toque de espiritualidad a la belleza natural circundante. Desde este punto elevado, se puede disfrutar de vistas panorámicas que abarcan los paisajes ondulantes de la región.

Además de su carácter espiritual, Las Eras del Prado ofrecen múltiples rutas de senderismo para los amantes de la naturaleza y los exploradores. Estas rutas brindan la oportunidad de sumergirse en la tranquilidad de esta zona montañosa y conectarse con la naturaleza en su estado más puro. Si estás buscando un lugar para escapar del bullicio y disfrutar de un ambiente sereno y natural, Las Eras del Prado en Casillas son definitivamente una visita imperdible en el Valle del Tiétar.

8. Mirador de los Cuatro Postes en Ávila

Sin duda, en tu recorrido por el Valle del Tiétar, no puedes pasar por alto la majestuosa ciudad de Ávila, una joya amurallada que se erige como una de las más bellas y mejor preservadas de toda Europa. Este lugar está impregnado de historia, siendo testigo de la presencia de romanos, visigodos, musulmanes y cristianos a lo largo de los siglos. Reservar al menos un día para explorar esta ciudad medieval es una decisión que valdrá la pena.

Ávila te cautivará con su arquitectura histórica y su rica herencia cultural. Sus callejuelas empedradas, plazas encantadoras y su imponente muralla te transportarán en el tiempo mientras te sumerges en su ambiente único.

Para aprovechar al máximo tu visita, considera unirte a un free tour (¡totalmente gratuito!) que te llevará a través de los rincones más emblemáticos de la ciudad. También puedes optar por otro free tour (también gratuito) que se adentra en los misterios y leyendas de Ávila, añadiendo un toque de intriga a tu experiencia.

Si eres amante del cine, quizás te interese saber que Cuatro Postes, un mirador icónico de Ávila, ha sido utilizado como escenario en diversas películas. Desde este punto, podrás apreciar la belleza única de la ciudad, su muralla centenaria y su encanto medieval, todo enmarcado por la naturaleza que rodea al Valle del Tiétar.